Todos los impuestos son malos, sobre todo para el consumidor, pero en todo caso los menos malos para el consumidor son los impuestos directos al consumo ¿ por qué?
Porque todos los costos en los que se incurre en toda la cadena de valor que incluye la financiación, la fabricación y la comercialización de cualquier bien o , servicio o producto son pagados SIEMPRE directa o indirectamente, por el consumidor del bien.
En un mercado libre, sin proteccionismo , tanto los financistas como los industriales y la cadena de comercialización navegan en un dellicado equilibrio entre el quebranto y la salida del mercado a manos de su competencia.. Todo impuesto en cualquier nivel de toda la cadena eleva en forma uniforme el umbral del quebranto , e introduce un costo que necesariamente es trasladado a los precios al consumidor .
En un mercado regulado y con proteccionismo, la situación para el consumidor es muchísimo PEOR, porque los industriales y financistas, a cambio de que le quiten de encima a la competencia, pueden aceptar un mayor nivel de impuestos , y aún así elevar la rentabilidad, repartiéndose el botín "miti y miti" con el gobierno.. y TODO éso indefectiblemente lo paga el consumidor...
Como SIEMPRE y en todos los casos todos los impuestos a cualquier nivel de la cadena los paga el consumidor , los que a éste más le convienen son los impuestos directos al consumo,
1) Para tener claro qué y a quién le paga , y se rompe la connivencia entre el gobierno y la industria.
2) Para tener la posibilidad de pagar menos reduciendo el consumo
3) Porque se establece una tendencia hacia la reducción del precio, porque si los industriales logran aumentar la rentabilidad mediante la mejora de los procesos de producción, ese aumento le atrae de inmediato competencia con el efecto final de que dicha mejora en los procesos de producción termine trasladada en una reducción del precio del producto , ( y de los impuestos que paga)
Porque todos los costos en los que se incurre en toda la cadena de valor que incluye la financiación, la fabricación y la comercialización de cualquier bien o , servicio o producto son pagados SIEMPRE directa o indirectamente, por el consumidor del bien.
En un mercado libre, sin proteccionismo , tanto los financistas como los industriales y la cadena de comercialización navegan en un dellicado equilibrio entre el quebranto y la salida del mercado a manos de su competencia.. Todo impuesto en cualquier nivel de toda la cadena eleva en forma uniforme el umbral del quebranto , e introduce un costo que necesariamente es trasladado a los precios al consumidor .
En un mercado regulado y con proteccionismo, la situación para el consumidor es muchísimo PEOR, porque los industriales y financistas, a cambio de que le quiten de encima a la competencia, pueden aceptar un mayor nivel de impuestos , y aún así elevar la rentabilidad, repartiéndose el botín "miti y miti" con el gobierno.. y TODO éso indefectiblemente lo paga el consumidor...
Como SIEMPRE y en todos los casos todos los impuestos a cualquier nivel de la cadena los paga el consumidor , los que a éste más le convienen son los impuestos directos al consumo,
1) Para tener claro qué y a quién le paga , y se rompe la connivencia entre el gobierno y la industria.
2) Para tener la posibilidad de pagar menos reduciendo el consumo
3) Porque se establece una tendencia hacia la reducción del precio, porque si los industriales logran aumentar la rentabilidad mediante la mejora de los procesos de producción, ese aumento le atrae de inmediato competencia con el efecto final de que dicha mejora en los procesos de producción termine trasladada en una reducción del precio del producto , ( y de los impuestos que paga)
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