La innegable subjetividad de las valoraciones y los juicios me parece que es precisamente la mejor desmentida de la ética del altruísmo : ¿cómo puede un sujeto saber lo que es mejor para otro y actuar en consecuencia si no o es por lo que manifiesta y comunica ese otro?
¿ podría hacerse universal la norma de que todos se guíen exclusivamente por los intereses ajenos? La respuesta es NO : para que unos se guíen por los intereses ajenos sería necesario que los beneficiarios del sacrificio altruísta sí se guíen por los intereses propios , a fin de poder comunicarlos... inexorablemente ésto es un orden de cosas jerárquico y colectivista en el que unos (los honestos), están al servicio de otros (los hipócritas) , orden que antes o despues , aún cuando haya comenzado con las mejores intenciones, terminará por ser sostenido a los latigázos .
En cambio el intercambio no coercitivo de valor por valor sí es universalizable y estructuralmente conduce a un "peer to peer" , relaciones de igual a igual : en este orden de cosas , todos los actores se guían por sus propio interés y lo comunican honesta y transparentemente, y entonces sí aparece la magia de la colaboración : yo tengo lo que quieres o necesitas y tú tienes lo que quiero o necesito, si colaboramos uno con otro ambos lograremos más , siempre y cuando no cometamos el fatal error de tratar de conseguirlo del otro por la fuerza o la extorsión, con la consiguiente destrucción objetiva del órden civilizado .-
Yo encuentro es un patrón de error que ese repite; una falacia en los cuantificadores: la misma que impide ver que la moral altruísta no es sostenible, tambien impide ver la relación entre la necesidad de ayuda como excepción en un órden libre y como norma en un órden coercitivo.-
De paso: acá se hace bien visible el gran problema con los místicos que creen disponer de una fuente de conocimiento mágica que les informa sobre lo que es mejor para el resto de los mortales, y entonces se sienten autorizados a imponerlo .-
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